GASTROPLASTIA TUBULAR LAPAROSCÓPICA ASOCIADA A HIATOPLASTIA CON MALLA ABSORBIBLE EN CASO DE OBESIDAD MÓRBIDA CON HERNIA DE HIATO ASOCIADA

María Socas Macías, Isaías Alarcón del Agua, Antonio Barranco Moreno, Antonio Vázquez Medina, Francisco Ibáñez Delgado, Javier Padillo Ruiz, Salvador Morales-Conde.

Unidad de Innovación en CMI-BARIATRICA-EGD. Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla. España.

Correspondencia: mariasocasmas@hotmail.com (María Socas Macías).

tubular gástrico; gastrectomía vertical; enfermedad por reflujo

 

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Introducción:

La prevalencia de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se encuentra notablemente incrementada en pacientes con obesidad mórbida (OM), con un porcentaje que alcanza al 50% (1-6). Existe una clara asociación entre la OM y el desarrollo de una ERGE, hasta el punto que los pacientes OM presentan 2 a 3 veces más riesgo de desarrollar esta enfermedad y por ello actualmente es considerada como una comorbilidad asociada a la OM.

Numerosos estudios han demostrado que la obesidad afecta a la competencia de la barrera antirreflujo a través de diferentes mecanismos, como son el  incremento de la presión intraabdominal que presentan estos pacientes, una mayor prevalencia de desordenes de la motilidad esofágica, en particular la hipotensión asociada del esfínter esofágico inferior y finalmente una mayor incidencia de hernia hiatal (HH) que en la población no obesa (7-14).  

Existen numerosos trabajos que ponen de manifiesto como la propia pérdida de peso mejora el RGE y su necesidad de tratamiento. Sin embargo, a largo plazo las “medidas higiénico dietéticas” fracasarán en el control el RGE, al igual que fracasan en el mantenimiento de la pérdida de peso y en el control de las comorbilidades asociadas a la OM (7).

Es por ello que la Cirugía Bariátrica se plantea como una opción definitiva de tratamiento, tanto de la OM que presenta el paciente como de la ERGE y demás  comorbilidades asociadas. El principal objetivo por tanto en el paciente OM con ERGE, será tratar la obesidad  ya que de por si la propia pérdida de peso mejorará el RGE que presenta el paciente. Pero aunque todas las técnicas de cirugía bariátrica asocian cierta mejoría del RGE, por la propia pérdida de peso que conllevan, no todas tienen el mismo efecto, en cuanto al porcentaje de mejora, su mantenimiento a largo plazo, o bien por el desarrollo secundario de RGE de novo.

En este contexto el bypass gástrico (BPG) es considerada como el gold estandar dentro de las técnicas de cirugía bariátrica, y concretamente la técnica de elección en caso de RGE severo y hernia de hiato grande asociada, ya que es la técnica que proporciona un mayor control del RGE (mejoría en el 65-100% de los pacientes). La presencia de síntomas de RGE ha sido una contraindicación relativa para la realización de una gastroplastia tubular (GT), dada la posibilidad de empeoramiento de un RGE preexistente (18). Los resultados de la GT en el control del RGE son controvertidos, y aunque algunos trabajos muestran una escasa mejoría del RGE tras GT (mejoría del 3-20%), la mayoría ponen de manifiesto un empeoramiento de los síntomas de RGE preexistente (igual o peor entre el 2-35% de los pacientes), o desarrollo de RGE de novo hasta en el 27,5% de los casos. Por tanto la  GT se considera contraindicada en caso de presencia de esofagitis asociada (15-20).

Hoy día la GT es el procedimiento bariátrico más frecuentemente usado por los cirujanos por su facilidad técnica con respecto a otras técnicas, sus excelentes resultados en cuanto a pérdida de peso y la menor morbimortalidad al ser comparada con el BPG.

Se ha propugnado recientemente el cierre de pilares como método accesorio para el control de la ERGE en estos pacientes a los que se les plantea una GT, con resultados esperanzadores (20-25), como pone de manifiesto la revisión sistemática publicada recientemente por Mahawar y colaboradores (26). 

El propósito de este video es mostrar cómo realizar la corrección del defecto anatómico a nivel de la crura diafragmática mediante el cierre de pilares, con el refuerzo adicional de una malla absorbible (BIOA ®), con objeto de restituir la competencia de la deficiente barrera antirreflujo que presentan estos pacientes sometidos a GT.

 

Técnica quirúrgica“en 10 pasos”; ¿Cómo lo hacemos?:

A- PRIMER TIEMPO: HIATOPLASTIA

1- Colocación de 5 trócares: 2 de 5mm en Epigastrio y vacío izquierdo (retractor hepático y tracción), 10mm supraumbilical (óptica), 12mm hipocondrio derecho (mano izquierda) y 15mm hipocondrio izquierdo (mano derecha).

2- Previamente a la hiatoplastia, procedemos a disecar la curvatura mayor de forma ascendente, hasta alcanzar y desmontar el ángulo de Hiss (liberando las adherencias posteriores al páncreas).

3- Posterior disección distal de la curvatura mayor hasta alcanzar los 5-6cm del píloro. 

4- Comienzo de la hiatoplastia con la división de la membrana frenoesofágica y posterior individualización de los pilares diafragmáticos, manteniendo la tracción inferior sobre el fundus.

5- Posterior disección del estómago intratorácico y tercio distal del esófago a nivel mediastínico, hasta abdominalizar 3-4cm del mismo.

6- Cierre de los pilares diafragmáticos con 2-3 puntos en “X” de material irreabsorbible (Endostitch ®).

7- Medición del área a reforzar, y colocación de malla absorbible recortada en forma de “U” (BIO-A Gore-Tex, Flagstaff, AZ), que es fijada con 2 puntos irreabsorbibles a la zona medial de la crura, y posteriormente recubierta con cola de fibrina en spray para facilitar su posterior integración y minimizar el riesgo de adherencias.

B- SEGUNDO TIEMPO: GASTROPLASTIA TUBULAR

8-  A continuación procedemos a realizar la gastrectomía, y a confeccionar la gastroplastia tubular sobre tutor de 40 fr, manteniendo una separación suficiente a nivel de la cisura angularis y prestando especial atención a evitar el giro de la línea de sutura. Todas las cargas son protegidas con Seamguard ®, para minimizar el riesgo de sangrado.

9- Revisión de la hemostasia tras retirada del tutor gástrico y comprobación de la estanqueidad de la sutura con azul de metileno

10-Extracción de pieza protegida en bolsa por trocar de 15mm de hipocondrio izquierdo, tras vaciado del neumoperitoneo y posterior colocación de malla profiláctica (PVP ® de  4,3 cm). Retirada de trocares bajo visión directa.

 

Conclusión:

Añadir la hiatoplastia de refuerzo al cierre de pilares, es un paso técnicamente sencillo, que consume poco tiempo quirúrgico, y que minimiza el riesgo de recidiva de la  hernia de hiato postoperatoria y posible RGE secundario, tras la pérdida de peso en estos pacientes. La principal ventaja de este tipo de malla, es que refuerza la región hiatal, sin dejar ningún cuerpo extraño residual, minimizando el riesgo de complicaciones postoperatorias asociadas  a las mismas (erosiones y migraciones).   

 

Referencias:

1. Anand G, et al. Gastroesophageal reflux disease and obesity. Rev Gastroenterol Disord 2008;8:233 -9.

2. Wilson LJ, Ma W, Hirschowitz BI. Association of obesity with hiatal hernia and esophagitis. Am J Gastroenterol 1999;94:2840 -4.

3. Hagen J, et al. Gastroesophageal reflux in the massively obese. Int Surg 1987;72:1 -3.

4. Lundell L, et al. Does massive obesity promote abnormal gastroesophageal reflux? Dig Dis Sci 1995;40:1632 -5.

5. Hampel H, et al. Meta-analysis: obesity and the risk for gastroesophageal reflux disease and its complications. Ann Intern Med 2005;143:199 -211.

6. Corley DA, et al. Body mass index and gastroesophageal reflux disease: a systematic review and meta-analysis. Am J Gastroenterol 2006;101:2619  -28.

7. De Groot NL, et al. Systematic review: the effects of conservative and surgical treatment for obesity on gastro-oesophageal reflux disease. Aliment Pharmacol Ther 2009;30:1091 -102.

8. Barak N, et al. Gastro-oesopha- geal reflux disease in obesity: pathophysiological and therapeutic considerations. Obes Rev 2002;3:9  -15.

9.. Mercer CD, et al. Lower esophageal sphincter pressure and gastroesophageal pressure gradients in exces- sively obese patients. J Med 1987;18:135 -46.

10. Wajed SA, et al. Elevated body mass disrupts the barrier to gastroesophageal reflux. Arch Surg 2001; 136:1014  - 8.

11. Jaffin BW, et al. High prevalence of asymptomatic esophageal motility disorders among morbidly obese patients. Obes Surg 1999;9:390 -5.

12. Lambert DM, et al. Intra-abdominal pressure in the morbidly obese. Obes Surg 2005;15:1225 -32.

13. De Vires DR, et al. Gastro- esophageal pressure gradients in gastroesophageal reflux disease: relations with hiatal hernia, body mass index and esophageal acid exposure. Am J Gastroenterol 2008;103:1349 -54.

14. Van Oijen MG, Jet al. Gastrointestinal disorders and symptoms: does body mass index matter? Neth J Med 2006; 64:45–9.

15. Tutunian R, et al. Effects of bariatric surgery on gastroesophageal reflux. Review. Curr Opin Gastroenterol. 2014 Jul;30(4):434-8.

16. Mustafa El-Hadi et al. The effect of bariatric surgery on gastroesophageal reflux disease. Can J Surg. 2014 Apr; 57(2): 139–144.

17. Michael Laffin, et al.  Review Article. Sleeve Gastrectomy and Gastroesophageal Reflux Disease. Journal of Obesity. Volume 2013 (2013), Article ID 741097, 6 pages

18. Peterli R et al. Early results of the Swiss Multicentre Bypass or Sleeve Study (SM-BOSS): a prospective randomized trial comparing laparoscopic sleeve gastrectomy and Roux-en-Y gastric bypass. Ann Surg. 2013 Nov;258(5):690-4; discussion 695. doi: 10.1097/SLA.0b013e3182a67426.

19. Jian-Fang Li et al. Comparison of the Long-term Results of Roux-en-Y Gastric Bypass and Sleeve Gastrectomy for Morbid Obesity: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized and Nonrandomized Trials. Surg Laparosc Endosc Percutan Tech _ Volume 24, Number 1, February 2014.

20. Rosenthal RJ, International Sleeve Gastrectomy Expert Panel, Diaz AA, et al. International Sleeve Panel Concensus Statement: best practice guidelines based on experience of >12000 cases. Surg Obs Relat Dis. 2012;8(1)8-19.

21. Chiu S, et al. Effect of sleeve gastrectomy on gastroesophageal reflux disease: a systematic review. Surg Obes Relat Dis. 2011;7:51015.

22 Soricelli E, et al. Surg Obes Relat Dis. 2012 Jun 19. Sleeve gastrectomy and crural repair in obese patients with gastroesophageal reflux disease and/or hiatal hernia.

23. Daes J, et al. Laparoscopic Sleeve Gastrectomy: Symptoms of Gastroesophageal Reflux can be Reduced by Changes in Surgical Technique. Obes Surg 2012; 22(12) 1874-9.

24..Antonella Santonicola, et al. The effect of laparoscopic sleeve gastrectomy with or without hiatal hernia repair on gastroesophageal reflux disease in obese patients. Surgery for Obesity and Related Diseases 10 (2014) 250 -256.

25. Cecily  E. DuPree et al. Laparoscopic Sleeve Gastrectomy in Patients With Preexisting Gastroesophageal Reflux Disease. A National Analysis. JAMA Surgery April 2014 Volume 149, Number 4.

26. Mahawar KK, et al. Simultaneous sleeve gastrectomy and hiatus hernia repair: a systematic review. Obes Surg. 2015 Jan;25(1):159-66. doi: 10.1007/s11695-014-1470-0.

 

 


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